16 de junio de 2011

Carne de píxel

Agustín Fernández Mallonos gustaba ver películas juntos, y llorar de risa en los finales cursis, nunca en los amargos, fingir que sabíamos lo suficiente de estética y vida como para distinguir lo bueno de lo malo. Al final no fue así, tú llorabas y llovía, y era francamente malo y amargo. Aprender a gestionar la fantasía de un solo golpe.

para mí siempre fue un misterio el origen de tu ropa interior, de su perfecta cabida en tu cuerpo. Inversa es la lógica de quien descubre una tierra analógica pero real como la de un espejo. Pero si te fijas, la imagen del espejo no responde exactamente a la real, el espejo posee una pátina que aunque invisible la oscurece, como si algo de materia se perdiese en el trayecto, un residuo que si lo juntaras verías lo que pierde aquel que te mira; mejor dicho, quien en tu imagen desaparece; o, aún mejor, quien en ti ya ha desaparecido.

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