
23 de febrero de 2011
Cómo enlutar una Doña Teodora
La Bella, enigma y pesadilla, de Pilar Pedraza
Las Sirenas de mar me interesan poco, salvo la Doña Teodora de Alvaro Cunqueiro, griega de nacimiento, que a la muerte de su amigo el vizconde portugués, quiso meterse monja en un monasterio de la laguna de Lucerna. Como tenía la cola rosada y se la quería teñir de luto, recurrió a Don Merlín. Realizó éste el encargo sumergiéndola en una tina llena de un caldo cuyos ingredientes recojo, por si alguien se ve en la tesitura de tener que enlutar un pescado. Son los siguientes: polvo de oro sulfatado, cuatro mezclas de corteza de nogal, extracto de campeche y crémor tártaro. Hay que remover esto durante una hora con una varita de plata y luego añadir un puñado de sal. Con tal mixtura, la cola viene a quedar de un color negro brillante, con un filo de oro en el borde de cada escama.

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2 comentarios:
La vida como la vivis
Un poco de todo, sobre mi, mis ideas, mi vida y pensamientos, para compartir con quien asi lo quiera. Para saber que no estamos solos en este mundo virtual, que podemos hacerlo más real y más cercano.
http://lavidacomolavivis.blogspot.com/
Me gusto el tuyo, espero te guste el mio. Beso
Hola, me ha gustado tu página. Si te gusta la poesía metete en mi blog, me harias un gran favor si comentaras las poesias a ver que te parecen, gracias:
www.trobadordelapoesia.blogspot.com
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