Recodaré con cariño el día que Elsa Pataki te arrolló con el coche oficial delante de la puerta del Hotel y las piruletas de chocolate blanco con Peta-Zetas.
Estos eventos son un derrame de energía, pero hay días que dos o tres anécdotas me salvan el sentido del humor.
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1 comentario:
Elsa, te queremos igualmente. La verdad es que fue grande. Edu mirándonos en plan carantoña tambien tiene su aquel (seguro que por algún lado andaba el astronauta de 2001 dando botes y gritando hal)
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