4 de octubre de 2008

72 horas indoor

Gracias al desayuno continental del hotel, me sirvo huevos revueltos, bocadillo de jamón, queso brie, un donut, un zumo y café aguado. Cogiendo bollos he visto a la señora Kubrick. Sólo me ha dado tiempo de pensar dos cosas:

1. Parecía llevar el mismo vestido la noche que recogió el premio honorífico a su esposo. Si no igual, muy parecido.
2. Debe ser muy jodido recoger ese tipo de premios póstumos cuando eres viuda.

Aún así, el astronauta de 2001 sigue vivo y está también aquí, en este hotel y desayunando. Yo animo a la señora Kubrick a cambiar genio por vivo.

1 comentario:

Marta dijo...

ala no jodas! el astronauta??!! jajajajaj que fuerte. Me encanta esa peli