Apoltrone Coltrane

Se está convirtiendo en una afición peligrosa poco a poco. Cada viernes acabo borracha con los del trabajo, me pego una siesta y luego me sigo emborrachando por la noche. Si me lanzaran contra una sede del PP los periódicos asegurarían que era un cóctel molotov.

Bien, mañana tendré algo que contar porque hoy acabaré en una fiesta de lesbianas infumable, estilo Creemos en la L-Word Way of Life. Es posible que Tartarugueta venga. Si viene Tarta tenemos tema de conversación para toda la semana. Añadiendo el elemento exótico (¿?) de una canadiense afable que tiene mucho miedo a Temporalmente (Si la conoces, lo entiendes. Si no la conoces, sientes ese miedo).

Mañana será sábado y Feist pronto estará en la punta de mis dedos. Me ignorará completamente y yo querré derretirme cuando me mire por error.

A fin de cuentas, esta ha vuelto a ser una semana tranquila. Ha llovido, se han llenado los pantanos, no hay trasvase y sigo sin necesitar vacaciones desesperadamente porque me siento cómoda en la butaquita de mi existencia actual. Aún así yo siempre necesito volver a Granada porque hay una especie de sangre ficticia que me tira mucho. No necesitaría muchas vacaciones más, la verdad, tan solo ver a Chá.

PD: Debería llamar más. Soy una perra. Y el DNI. Perra al cuadrado.