31 de agosto de 2010

El Ruido eterno

Escuchar al siglo XX a través de su música
de Alex Ross
Los compositores rusos de los años veinte produjeron algunos de los sonidos más disparatados de la época, superando en muchos casos la cacofonía de sus homólogos europeos occidentales. El boceto orquestal de Alexander Mosolov La fundición de acero utilizaba pulsos chirriantes y ritmos estratificados para imitar el funcionamient de una fábrica. Nikolai Roslavetz componía de acuerdo con un nuevo sistema de orgaización tonal, construyendo densas texturas cromáticas a partir de acordes sintéticos. Lev Theremin introdujo el instrumento electrónico espectralmente quejumbrosos que llevaría más tarde su nombre. Georgi Rimsky-Korsakov, nieto del gran Rimsky, formó la Sociedad para la Música de cuartos de Tono. La pièce de résistance de la época fue la Sinfonía para silbatos de fábrica de Arseny Avraamov, que logró una interpretación memorable en el puerto de bakú en 1922: "La internacional" y "La marsellesa" sonaron interpretadas por una orquesta de sirenas de fábrica, artillería, ametralladoras, bocinas de autobús y coche, máquinas para la descarga de mercancías y las sirenas de niebla de la flota del Caspio.

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