26 de abril de 2010

Carne

Es de un silencio redondo, con un pezón a cada lado, jugosa, con cáscara blanca virando a carne, según el nivel de mioglobina, pulpa roja y sabor moderadamente salado, debido a la concentración de sudor en la carne. Se aprovecha también la capa más exterior de su cáscara, fuertemente aromática, sangrable, con un regusto oxidado al gritar. Y es de un silencio redondo, con un pezón a cada lado, jugosa, con cáscara color nada, con la mioglobina oxigenada, pulpa roja y sabor realmente salado, debido a la concentración de sudor en todas partes. Se aprovecha también la segunda capa escondida de su cáscara, fuertemente sangrable, interesante, con un regusto tíbio de hierro puesto a enfriar.

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