31 de octubre de 2010

Mi familia y otros animales

de Gerald DurrellEs curioso –dijo–, muy curioso. Yo tengo la teoría, sabes, de que algunas cosas bellas se enamoran de sí mismas, como le sucedió a Narciso. Después, ya no necesitan ayuda para vivir; tanto les absorbe su propia hermosura que no viven más que para ella, nutriéndose de sí mismas, por así decirlo. De ese modo, cuanto más hermosas se hacen, más fuertes son, viven una existencia circular. Eso es lo que le ha sucedido a mi cabello. Es autosuficiente, crece sólo para sí, y el hecho de que mi cuerpo anciano haya caído en ruinas no le afecta en absoluto. Cuando me muera podrán rellenar con él todo el ataúd, y probablemente seguirá creciendo cuando mi cuerpo no sea ya más que polvo.

No hay comentarios: