29 de enero de 2010

Los Simpson y la filosofía

De William Irwin, Mark T. Conard, Aeon J. Skoble

Frag.1_
"... Una interpretación posible (...) es que, con el abandono del conocimiento, se ha desarrollado el culto a ser un entendido. Es decir, si no existe la verdad última (o método para alcanzarla), de todas formas puedo demostrar que entiendo mejor que vosotros mismo las reglas intelectuales según las cuales operáis. Puedo mostrar mi superioridad en relación con vosotros al probar que estoy al corriente de lo que os mueve. Ninguna de nuestras posiciones es definitivamente superior, pero por el momento al menos puedo situarme en mejor sitio en las arenas movedizas del juego al que estamos jugando. La hiperironía es la concreción humorística del culto a ser un entendido. Dada la crisis de autoridad, no hay propósitos más excelsos, como la enseñanza moral, la revelación teológica o la demostración de las maneras del mundo, a los que pueda orientarse la comedia. Al contrario, el humorista puede usarse para atacar a todo el que crea poseer agluna respuesta a las preguntas más significativas, y ello no con el fin de reemplazar el objeto de ataque por una mejor perspectiva sobre la cuestión, sino sencillamente por el placer de atacar, o tal vez por la sensación momentánea de superioridad antes mencionada. Los Simpson se deleita en atacar. Casi todo es un objetivo posible de ataque, cualquier personaje estereotipado, cualquier punto débil, y desde luego todas las instituciones. La serie juega a llevar ventaja a los miembros de la audiencia al retarlos a identificar la avalancha de alusiones que les arroja. Y como bien ilustra Escenas de la lucha de clases en Springfield, se cuida de asumir una posición."

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